"La estrategia de vacunación debe ser bivalente para el control de la enfermedad"
El Dr. Marco Rozas explica que como la piscirickettiosis puede ser causada por P salmonis EM-90, LF-89 o ambas a la vez, la estrategia de vacunación debe ser bivalente con bacterias o componentes antigénicos.
Recientemente, científicos del laboratorio Pathovet publicaron un estudio en donde descubieron, a grandes rasgos, que las actuales estrategias de vacunación contra el genogrupo EM-90 de Piscirickettsia salmonis, no generan inmunidad cruzada y protección completa para el genogrupo LF-89.
En su investigación también descubrieron que complementar la estrategia de vacunación con un aditivo nutricional basado en Quillay, mejora la supervivencia de los peces vacunados contra el genogrupo EM-90 pero desafiados con LF-89.
En entrevista con Salmonexpert, el Dr. Marcos Rozas, CEO de Pathovet, cuenta más detalles sobre los resultados de la investigación y cómo podrían utilizarse para mejorar las actuales estrategias sanitarias.
¿Qué genes de virulencia o estructuras antigénicas de superficie, u otros, posee P. salmonis que podrían influir en la baja inmunidad cruzada entre genotipos?
La “reactividad cruzada”, es decir, la respuesta inmunitaria contra patógenos que no son el objetivo de la composición antigénica de la vacuna, y la “protección cruzada”, es decir, la protección clínica contra antígenos de patógenos relacionados no incluidos en la vacuna, son conceptos de vacunología que están atrayendo una atención renovada en la prevención y el control de las enfermedades infecciosas.
La protección cruzada puede dar forma a la dinámica epidemiológica de patógenos de múltiples cepas o genogrupos cuando una cepa suprime temporalmente la transmisión de otra, que es la situación que estamos observando con PS-EM-90 y PS-LF-89.
En el reciente estudio, la actual estrategia de vacunación registró una RPS del 100% cuando los peces fueron desafiados con PS-EM-90, pero la tasa de supervivencia descendió significativamente al 77% cuando los peces fueron desafiados con PS-LF-89, por lo que no se observó una inmunidad cruzada completa en los peces vacunados con el genogrupo PS-EM-90 y desafiados con PS-LF-89. Esta menor supervivencia en los peces desafiados con PS-LF-89, incluso en comparación con la estrategia basada en la vacuna muerta bivalente, podría indicar que el PS-LF-89 modularía mecanismos que le permitirían ser más eficaz en la evasión de la respuesta inmunitaria de los peces cuando se vacuna con PS-EM-90. En consecuencia, los aislados del genogrupo LF-89 pueden haber aumentado su presión de infección debido a esta estrategia de control.
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Muchos genes específicos de este genogrupo están asociados con las interacciones de superficie huésped-patógeno (síntesis de antígenos O, proteínas OM, peptidasas, sistemas de defensa, transportadores, etc.), lo que sugiere la presencia de diferentes antígenos de superficie entre los aislados LF-89 y EM-90. Esta es una línea de investigación muy interesante que debiera ser explorada por los grupos de investigación ya que nos falta conocimiento básica aun.
¿Cómo se podrían modificar las estrategias de vacunación para que los peces generen inmunidad cruzada?¿Volver a las vacunas antiguas que incluyen LF-89?
Efectivamente. La estrategia debiera considerar que SRS en Chile, al menos por ahora, puede ser causado por P salmonis EM-90, P. salmonis LF-89 o ambas a la vez, por lo que la estrategia de vacunación debe ser bivalente para el control de la enfermedad, ya sea con bacterias completas o componentes antigénicos de ambos genogrupos. Nuestros resultados demostraría que, incluso utilizando vacunas de células muertas, pero incluyendo ambos genogrupos de P. salmonis, tendría un mejor resultado que la estrategia actual para LF-89.
Por otro lado, un resultado interesante también es que el mejor resultado expresado en RPS se registró en los peces que recibieron una primera vacunación con vacuna viva y un refuerzo con vacuna viva más vacuna pentavalente, tanto en peces desafiados con PS-EM-90 como en peces desafiados con PS-LF -89, lo que indicaría que las inmunizaciones repetidas (que actualmente no es el estándar de industria), incluso sólo con componentes antigénicos de PS-EM-90, podrían aumentar la protección de la estrategia actual para PS-LF-89. Por supuesto, otra materia que se involucraría en esta discusión es respecto de la mirada bioeconómica, en simple, si la estrategia con dos dosis de vacuna viva es rentable para las productores.
¿Qué rol inmune clave cumple el aditivo nutricional basado Quillay que mejorar el RPS del 77% al 92%?
Fue un resultado muy interesante para el equipo completo, aunque no inédito. Estudios locales han demostrado que estos extractos no tienen un efecto antimicrobiano directo sobre P. salmonis, pero inducen una menor tasa de invasión y replicación de P. salmonis en líneas celulares de macrófagos, acompañada de una regulación a la baja de los genes bacterianos que codifican factores de virulencia como dotB de T4-BSS, así como una modulación de los genes que codifican IL-12 e IL-10 en un equilibrio que favorece la fusión fagosoma-lisosoma. En conjunto, estos resultados apoyarían el modelo de que los peces vacunados con la actual estrategia de campo basada sean inmunizados previamente utilizando inmunoestimulantes para ampliar la protección de los peces contra el genogrupo PS-LF-89 en el campo. Es una interesante línea de investigación que debiera también ser continuada en el tiempo con estos u otros productos de probada eficacia.
¿Cómo pueden ser aplicados estos resultados a la realidad productiva?
Debe tenerse siempre presente que la respuesta inmunitaria y supervivencia de todas las estrategias de vacunación contra el SRS en condiciones de campo son significativamente inferiores a los resultados obtenidos en condiciones experimentales. La eficacia de la vacuna para el control del SRS a partir de desafíos experimentales es usualmente aceptable, pero las estrategias actuales de vacunación de campo han mostrado sistemáticamente sólo una activación transitoria de la respuesta CMI. La respuesta CMI puede activarse en el salmón de cultivo, pero no es una respuesta a largo plazo y probablemente genera una memoria inmunológica sobre la que sabemos muy poco hasta ahora. Sin duda, la estrategia basada en la inmunización intraperitoneal única con las vacunas actuales debería mejorarse, no sólo pensando en ampliar el espectro de estas vacunas mediante su formulación con ambos aislados PS-LF-89 y PS-EM-90 o sus respectivos componentes antigénicos en la misma formulación, es decir bivalente para P. salmonis, sino también en el desarrollo de nuevas vacunas con mayor potencia para activar la CMI y con una naturaleza que permita diseñar una estrategia de vacunación múltiple utilizando diferentes vías de administración en función de la etapa productiva del salmón. Es inverosímil pensar que se puede lograr un control efectivo del SRS utilizando una sola vacunación en la etapa de agua dulce del salmón (80 g) y esperar que la eficacia y la memoria inmunológica de la respuesta se mantengan hasta la cosecha (5 kg).
La vigilancia constante de la dinámica espaciotemporal de los genogrupos de P. salmonis en la industria y la alerta temprana de eventuales nuevos cambios en la situación epidemiológica del SRS en el campo son fundamentales para un diseño ajustado de la estrategia de vacunación que ofrezca las garantías necesarias para un control óptimo del SRS.