Ventisqueros revela positivas perspectivas y fuerte plan de crecimiento
Chile: La salmonicultora espera producir 55.000 toneladas próximamente y además, su CEO José Luis Vial afirma que la industria chilena seguirá en el radar de los inversionistas.
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La familia Schörghuber decidió a principios de este 2023 mantener la propiedad de Ventisqueros y concentrarse en aprovechar las positivas proyecciones actuales del sector salmonicultor chileno. Es que la productora tuvo un muy buen 2022 y confía en que el excelente desempeño continúe durante el año en curso.
En entrevista con Salmonexpert, el CEO de la compañía, José Luis Vial, cuenta que “como accionista perspicaz, el grupo Schörghuber tanteó el terreno a finales de 2022 para determinar si los excelentes resultados económicos de Ventisqueros cumplirían las expectativas del grupo en cuanto al valor de la empresa. Sin embargo, el año pasado, la economía mundial se sumió en una de sus mayores crisis hasta la fecha y, a pesar del gran interés del mercado, el proceso de venta indicó que estos cambios macroeconómicos han tenido un impacto negativo en los mercados financieros y, por lo tanto, en el clima global de fusiones y adquisiciones”.
¿La empresa se encuentra sana financieramente?
Absolutamente. En asociación con el Grupo Schörghuber, Ventisqueros trabaja sin descanso en la expansión de un crecimiento sosteniblemente rentable. Se ha invertido más de US$100 millones en estos años de historia, lo cual ha dado frutos llenos de éxito. Como empresa pasamos de una producción de 20.000 toneladas brutas a 47.000 el año pasado, con vistas a alcanzar las 55.000 toneladas de producción en un futuro próximo. Estas inversiones nos han convertido en una de las operaciones más sostenibles y tecnológicamente avanzadas de Chile.
Operativamente, ¿cuál es su plan de producción?
Nuestra infraestructura permite seguir creciendo, y creemos que esto es de gran valor y en lo que debemos centrarnos. Ya habiendo cumplido en 2022 la meta autoimpuesta de 47.000 toneladas de salmón, ahora iremos por alcanzar un volumen de cosecha de 55.000 toneladas de volúmenes cosechados en los próximos años.
¿De qué manera esperan crecer en la salmonicultura chilena?
La industria chilena del salmón alimenta diariamente a más de 12 millones de consumidores en todo el mundo, con un producto noble, sano y reconocido internacionalmente.
Este año, se espera que nuestro volumen de producción alcance las 50.000 toneladas y que un alto porcentaje se destine a Estados Unidos, el mercado más relevante para el salmón chileno, donde tenemos una de las principales oficinas de comercialización de salmón.
Hoy, cuando se atenúa el interés por el crecimiento, hay margen para ser más eficientes en lo que hacemos, dedicando más tiempo a desarrollar nuevas formas de hacer las cosas y a desarrollar nuevos productos. Estoy convencido de que la limitación del crecimiento se compensará con la obtención de empleos más estables y el desarrollo de nuevos productos de mayor valor añadido.
¿Estiman que la rentabilidad de la industria se mantendrá por varios años?
Acabo de llegar de dos giras internacionales, una en Bergen, Noruega, y otra en Boston, Estados Unidos. Lo que se puede observar y respirar en estos importantes mercados es que la limitada oferta mundial no superará el 2% en 2023, acompañada de una persistente demanda de proteínas de alta calidad como el salmón, que ha aumentado tras la pandemia, especialmente en Estados Unidos.
La capacidad de crecimiento es limitada en Chile y Noruega, países que concentran más del 70% de la producción mundial y unos hábitos de consumo cada vez más saludables, donde el salmón es la superproteína.
La industria salmonicultora chilena seguirá estando en el radar de los inversionistas nacionales y extranjeros, si el clima político y de negocios permite que siga siendo un país atractivo para invertir. Después de Noruega, Chile es el mayor productor de salmón del mundo. El salmón chileno goza de gran prestigio en todo el mundo.
La industria del salmón ha crecido de la mano, a fuerza de empuje y coraje de emprendedores, con el esfuerzo de miles de personas de las cinco regiones más australes de este país. Hoy competimos con uno de los países más ricos del mundo -Noruega- que destina muchos recursos a la ciencia, investigación y desarrollo, y con un Estado que les provee de infraestructura, comunicaciones, puertos, carreteras, todo lo que necesitan para un desarrollo más armónico.
