“Llevamos intentando curarnos de los piojos del salmón desde que yo tenía 15-14 años"

Alf Helge Aarskog fue uno de los exponentes en la conferencia Aquaculture2024 en Trondheim

Noruega: Alf Helge Aarskog, ex CEO de Mowi, dijo que la solución para los acuicultores es dejar de centrarse en el tratamiento y centrarse más bien en separar el salmón de los piojos.

Aquaculture2024 comenzó el martes por la mañana y reunió a 450 participantes para la difusión de conocimientos en Tromsø, donde se centran los proyectos de investigación y desarrollo de la industria acuícola. Es la decimotercera vez que esta conferencia es organizada por el Fondo de Acuicultura y Pesca (FHF) y el Consejo de Investigación de Noruega.

El ex CEO de Mowi, Alf Helge Aarskog, que figura como miembro de la junta directiva de 13 empresas acuícolas diferentes, fue uno de los oradores del primer día de la conferencia de tres días, donde comenzó con algunos antecedentes de la industria y el salmón.

“Alrededor de 40 mil personas trabajan en Noruega en la segunda industria exportadora más grande del país. También hay 519 empresas que emplean a 46 mil empleados en la industria de equipos y proveedores vinculados a la industria acuícola”, detalló el profesional.

Señaló que el pasado martes se habían repartido un total de NOK 4.695 millones (US$426 millones) del Fondo de Acuicultura a los municipios costeros.

“El dinero que va a los municipios es, por supuesto, bueno para las comunidades locales. Pero ¿cómo es posible que la industria acuícola sea una de las que peor confianza tiene en este país, donde en el ranking de reputación anterior sólo obtuvo el 28%?”, se preguntó.

Aarskog cree que la industria debe haber cometido un grave error. “Me he interiorizado mucho, porque he ocupado cargos en la industria y he cometido error tras error, tras error. Pero debemos aprender de nuestros errores y de la historia. Ahora es importante dirigir la investigación hacia adelante. ¿Pero cómo vamos a lograrlo?”.

Expuso que los salmonicultores se ven sometidos constantemente a medidas de austeridad, algo típico cuando se empieza a perder la confianza, y cree que será más difícil impulsar el sector.

“¿Y eso por qué? Sí, porque hemos cometido errores. El año pasado matamos el 16,7% del salmón de cultivo, unos 66 millones de peces. Si tienes un problema, tienes que descubrir cuál es y hacer algo al respecto”, enfatizó al respecto.

Aarskog manifestó que si se pueden comenzar a mostrar resultados en los que se obtenga una mejora en la salud de los peces, entonces la producción mejorará gradualmente y, al mismo tiempo, mejorará la reputación y la confianza.

Parásito sobre el parásito

El ejecutivo es consciente de que la industria del piojo del salmón es muy amplia. “Llevamos intentando curarnos de los piojos del salmón desde que yo tenía 15-14 años y cortaba cebollas. La industria ha utilizado de todo, desde ajo, cebolla, neguvon, nuvan, alfamax, betamax, exis, agua dulce, peróxido de hidrógeno, enjuague y tratamientos no farmacológicos”.

El exjefe de Mowi dijo que habían conseguido crear una industria de entre NOK 10 mil y 15 mil millones (US$900 millones – US$1.300 millones) que trabaja en el tratamiento de los piojos del salmón.

“Hemos conseguido crear un parásito sobre otro parásito. ¿Cuántas personas están investigando soluciones contra los piojos del salmón?”, indicó, agregando que considera que la solución para los acuicultores es dejar de centrarse en el tratamiento y centrarse más bien en separar el salmón de los piojos.

“Hay varias maneras de hacer esto. Cultivo cerrado en el mar, que quizás sea el más eficiente energéticamente. O puedes mover todo por tierra, pero eso quizás sea peor en Noruega, donde requiere grandes extensiones de tierra y destruye mucha naturaleza”, apuntó  Aarskog.

El profesional también destacó la acuicultura en el mar y las soluciones combinadas. “Pero hay que poner todo de su parte en separar el salmón de los piojos y reducir el número de tratamientos. Si el número de tratamientos contra los piojos del salmón no disminuye, entonces el problema número dos tampoco se resolverá, y el problema número dos es la enfermedad”.