¿Cómo se financian las ONG que están contra la salmonicultura?

Carlos Martínez.

El cientista político y especialista en temas ambientales, Carlos Martínez, afirma que las organizaciones que quieren destruir a la industria no son transparentes sobre información de su financiamiento.

*Columna de opinión para Salmonexpert del cientista político y especialista en temas ambientales Carlos Martínez.

Por estos días hemos la opinión pública ha conocido una polémica generada a partir de una entrevista de la Subdirectora de campañas de Greenpeace en Chile, Estefanía González en contra de la industria salmonicultora en el país, así como la respuesta de Cristian Swett gerente de una de las empresas aludidas, cuestionando las acusaciones, así como la posterior respuesta de ella. Tema altamente sensible para Magallanes, por razones económicas y ambientales.

No pretendo decir que todo en esta actividad se haya hecho bien, o que no sean reales algunos cuestionamientos. Eso lo tiene que dilucidar la justicia, las autoridades competentes ayudados por la ciencia y una adecuada fiscalización con las consecuencias que ello tenga. Pero es evidente que por parte de la ONG ambientalista no se les pide mayor sustentabilidad, sino definitivamente que desaparezcan, ignorando su aporte al crecimiento del país. Claro, desarrollo sustentable para el ambientalismo en definitiva significa desarrollo. Y eso no les gusta.

Es una constante que un grupo de Ongs ambientalistas, "de corte radical” como las califica el Sr. Swett, se oponen a la producción de salmones en Chile. Bueno, también se oponen a la minería (en estos días hemos visto a la misma dirigente de Greenpeace en campaña en contra de un proyecto minero aprobado por la normativa ambiental del país). Así se ha creado una verdadera industria del obstruccionismo. Podemos Agregar energía, minería, agroindustria, industria forestal, litio, tierras raras, hidrógeno verde.

Como dijera el ex presidente de izquierda Rafael Correa de Ecuador: "para el ecologismo salir del extractivismo es cerrar las minas, el petróleo, las canteras, es decir que no podríamos hacer construcciones y con eso probablemente salimos del extractivismo, pero para regresar a una economía recolectora primitiva”.

Cristian Swett hace mención entre otros aspectos a un tema en particular: la representatividad y trasparencia de estas organizaciones. Dice él "¿Por qué estas organizaciones, que afectan directamente a nuestra industria, a nuestros colaboradores y proveedores, no divulgan la procedencia de sus fondos?”.

En efecto, la información de los recursos con que financian las campañas y los objetivos de estos fondos no son trasparentes. Hay una alta opacidad en ello. A lo más una referencia de agradecimientos a quienes los apoyan en la contratapa de un libro o documento con alguna mención menor. Greenpeace es quizás la que menos señales da del origen de sus fondos. Dirán que sus miles de socios con sus aportes hacen posible estas campañas. Pero eso sus balances no los conocemos ni es la realidad de todas las Ongs involucradas en estas campañas en esta zona, que si reciben importantes aportes de grandes fundaciones de Estados Unidos y Europa. Muy distinta es la realidad de las empresas que tienen balances públicos y la opinión publica puede conocer toda la información. Quienes faltan a esa obligación, son sancionados por la autoridad.

Pero como en Estados Unidos sí hay más trasparencia, podemos saber de algunos de estos fondos que reciben, y las donaciones de las fundaciones son procesadas por el capítulo correspondiente a donaciones de las fundaciones por impuesto federal sobre la renta. Así, podemos saber que para el año 2023 y 2024 tres ONGs allegaron 1.409.500 US$ en fondos para campañas en contra, por parte de una sola Fundación The David And Lucile Packars. Todos muy legítimos, pero no trasparentados de manera completa por sus receptores del país.

Terram recibe el 2023 de la Fundación Packard 300 mil dólares en dos ítems. Uno de ellos señala como propósito “Apoyar la protección ambiental de los ecosistemas costeros fortaleciendo la capacidad de los defensores para utilizar mecanismos jurídicos e institucionales, brindando apoyo legal a las comunidades locales y formulando recomendaciones para mejorar las políticas públicas”.

Fima recibe el 2024, 336.000 US$ para “apoyar el empoderamiento jurídico y el fortalecimiento de capacidades para el uso de los Espacios Marino Costeros de los Pueblos Indígenas (ECMPOs) para la protección costera en Chile". 

El Observatorio Ciudadano, otros tres grant. Uno de ellos por 490.000US$ para “la implementación equitativa de la meta 30×30 a través del sistema Espacios Costeros Marinos de Pueblos (ECMPO) en Chile y el apoyo central a la Red de Mujeres Originarias por la Defensa del Mar”.

Hay otras ONGs , que no mencionamos aquí, que recibieron también donaciones de la misma entidad para temas relacionados con esta industria y la implementación de los EMCPO por varios millones de dólares para el año 2023 y 2024.

Más explícito es Patagonia Inc. la fábrica de ropa Outdoor, que según declara financia campañas de activismo ambiental con las utilidades de esta conocida empresa , entregando aportes para la ONG Defendamos Chiloé para la campaña "Por una nueva ley de acuicultura SIN SALMONERAS en ÁREAS PROTEGIDAS", la que tiene según señalan dos objetivos: “evitar nuevas concesiones salmoneras y revocar las existentes en la Patagonia chilena a través del uso de notas de prensa, redes sociales y diversas herramientas de comunicación ambiental”. Por cierto la mayoría de los trabajadoras y trabajadores que tienen en riesgo sus puestos de trabajo no se visten en Patagonia.

Otro grant otorgado por Patagonia a la ONG AIDA señala que “los esfuerzos se enfocaron en detener la expansión de la industria, partiendo por excluirla de áreas protegidas en la región de Magallanes". 

Dice la representante de Greenpeace que cuando se “mueve una piedra" en la salmonicultura hay un problema”. Lo que está claro es que, si se levanta una piedra en el país con fines productivos, ellos verán problemas. Estamos ante una industria del obstruccionismo. Ya se habla que el hidrógeno verde quiere convertir a Magallanes en una nueva zona de sacrificio.

Así, el objetivo de las campañas se cumple: paralizar el desarrollo por convicciones ideológicas. La obstrucción, de tipo ideológico, no tranza, no negocia, no razona. Su posición es un NO a los proyectos, un NO al desarrollo y al crecimiento. Más de algún representante de estas Ongs que mencionamos, hablan de “decrecimiento”. No olvidemos que la Constitución rechazada el 2022, en donde el término “decrecimiento” fue permanente por razones ambientales, definida como “ecológica” tuvo entre sus inspiradores y promotores al director de una de estas ONG.