“Proyectar lo que viene en uso de antibióticos no es fácil, pese a tener estrategia robusta”

Ulises Jara.

Ventisqueros logró bajar fuertemente su utilización de antimicrobianos, de 303 a 205 gramos por tonelada de salmón, y la empresa dio a conocer su estrategia de trabajo.

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Un nuevo Informe de Uso de Antimicrobianos y Antiparasitarios en la Salmonicultura, con datos al primer semestre de 2024, reveló recientemente Sernapesca.

El análisis de ciclos cerrados durante el primer semestre de 2024 evidencia un aumento en el Índice de Consumo de Antimicrobianos (ICA) en comparación con el mismo período de 2023, pasando de 188,14 a 303,76 gramos por tonelada.

Sin embargo, indicaron desde Sernapesca, este incremento debe interpretarse con cautela, ya que, debido a la temporalidad del ciclo productivo en la salmonicultura, la comparación más adecuada corresponde a años intercalados.

Con todo, seis productores de salmón chileno, lograron bajar su ICA durante los primeros seis meses de 2024. Entre ellos, Ventisqueros, que pasó de 303,76 a 205,23 gramos por tonelada.

Al respecto, Ulises Jara, gerente de Salud en Ventisqueros, comenta a Salmonexpert sobre estos resultados que “siempre es una alegría ver mejorar los índices y esto no es gratuito, hay harto trabajo y estrategia detrás, donde se complementan diferentes áreas de trabajo. Un factor muy importante es la calidad de smolt, habiendo una buena semilla habrá resultados más consistentes”.

Por otro lado, expone el ejecutivo, “el trabajo conjunto de la gente de producción y de alimentación, buscando por todas las formas entregar los requerimientos nutricionales que el pez necesita en los momentos oportunos, cabe mencionar que el cambio climático ha complejizado los parámetros ambientales y con ello el poder tener una rutina o estandarización de esta estrategia. Permanentemente se busca tener mayor crecimiento en el menor tiempo posible, para disminuir el período de riesgo”.

“Y además el trabajo del equipo de salud con una fuerte presencia en los centros de cultivo, más un esquema de diagnóstico de laboratorio rutinario, que complementa y ayuda a un diagnóstico temprano para tomar las mejores decisiones”, recalca el profesional.

Proyectar lo que viene en cuanto a uso de antibiótico no es fácil, a pesar de tener una estrategia de trabajo robusta, admite Jara: “lamentablemente dependemos de muchas variables externas al desempeñarnos en cuerpos de agua abiertos, como factores ambientales (temperatura, oxígeno, presencia de microalgas, entre otras), cantidad de centros de cultivo en un área, por mencionar algunos”.

“Pero el trabajo coordinado entre empresas y adoptar algunos “acuerdos técnicos”, como por ejemplo en el Proyecto SRS de Aquabench, nos ayuda a ser más efectivos y sustentables, como empresa y como industria”, clarifica el gerente de Salud de Ventisqueros.