La tasa de accidentabilidad de los buzos en la salmonicultura hoy es baja

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Según datos públicos de Directemar, en el primer semestre de este año, sólo se conocen dos accidentes graves en buzos de la salmonicultura, cifra cercana a la meta cero.

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La Ministra del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, presentó los contenidos del proyecto de ley de protección a los buzos a fines de julio, iniciativa que el Gobierno ingresó al Congreso y que buscar reconocer el trabajo de buceo y otorgar mayor seguridad y salud laboral a todos los trabajadores que ejercen en dicho sector.

Así, la ministra Jara sostuvo que, con este proyecto de ley, “se busca proteger y reconocer el contrato de trabajo del buceo y las actividades anexas. Se busca, precisamente, que las tasas de accidentes sean menores, que ojalá lleguen a cero, así como también las fatalidades que han ocurrido en la industria y que no dejan de conmover a sus familiares, a la región y al país”.

El proyecto asimismo genera un estándar en materia de protección de riesgos a los que estos trabajadores se ven expuestos, para mejorar su calidad de vida y también un reconocimiento de la trayectoria laboral y de la empleabilidad haciendo justicia a sus pensiones en base a lo que cotizaron.

Pero, mirando las cifras concretas, ¿qué tan alta es hoy la accidentabilidad en los buzos que trabajan en industrias como la acuicultura local? Según datos de Directemar, si se considera la descompresión inadecuada, los números han ido a la baja en los últimos años.

Si se observan las cifras, en el 2008 se sitúa la mayor cantidad de accidentes de los buzos, por descompresión inadecuada, alcanzando 23 en la industria salmonicultora, hasta bajar a los 13 del 2023, sin embargo este año presenta mejoras todavía más auspiciosas.

Y es que a junio de 2024, solamente se conocen dos accidentes de buzos, de carácter grave en descompresión inadecuada, de personas calificadas como buzo mariscador básico y como buzo intermedio, sin materializarse alguna muerte.

De este modo, entendiendo que aún persisten desafíos, se nota cada vez más el esfuerzo de la industria del salmón por resguardar la seguridad de los buzos, con la mira en idealmente llegar a cero accidentes, en línea con lo que pretende el Gobierno.