Aumenta presión mundial para transparencia de ONG ambientalistas antisalmonicultura

Un informe de la Unión Europea revela que estas organizaciones no divulgan debidamente actividades como ser “grupos de presión” contra sectores productivos.
A pesar del monto que implica, unos 7.000 millones de euros sólo entre 2021 y 2023, el financiamiento europeo de las ONG es “demasiado opaca”, con una información “inexacta e incompleta” que puede poner en jaque la transparencia de estas organizaciones clave en las sociedades democráticas como contrapeso a intereses empresariales o partidistas, advierte el Tribunal de Cuentas de la UE en su último informe.
Un análisis que se conoce en pleno embate de las fuerzas más conservadoras de Bruselas contra organizaciones civiles medioambientales, a las que han acusado de ejercer un “lobby oculto” a instancias de la Comisión Europea.
“La transparencia es fundamental para que la participación de las ONG en la elaboración de las políticas de la UE resulte creíble”, señaló Laima Andrikiené, que ha presentado el informe de los auditores de Luxemburgo. Aun así, agregó, “el panorama de la financiación de la UE concedida a las ONG sigue siendo confuso, ya que la información sobre esta financiación, incluida la actividad de los grupos de presión, no es fiable ni transparente”.
Entre las deficiencias detectadas está que la Comisión “no divulgó debidamente ciertas actividades de promoción financiadas por la UE, como las actividades de los grupos de presión”. Los auditores de hecho hallaron “dos casos de subvenciones de funcionamiento financiadas por el programa LIFE [creado para apoyar proyectos a favor de acciones medioambientales] que incluían actividades de promoción ante los responsables políticos”.
Además, los auditores señalan que, si bien “la Comisión y otros organismos de ejecución verifican los requisitos clave de transparencia antes de conceder fondos de la UE a ONG”, el problema es que “no comprueban de forma proactiva el cumplimiento de los valores de la UE”, ya que se fían de una “autodeclaración” de las organizaciones.
Todo esto “expone a la UE a un riesgo para su reputación”, advirtió Andrikiené en rueda de prensa, según Diario El País.
Carlos Martínez, cientista político y experto en temas ambientales, comenta a Salmonexpert que esto es coincidente con la discusión en Chile acerca de que las ONG no son transparentes en su financiamiento, y esa opacidad, da pie a interpretaciones ligadas a intereses comerciales en contra de la industria salmonicultora. Varias de estas organizaciones que atacan al sector como el Observatorio Ciudadano reciben dinero de la Unión Europea, por tanto, deberían verse efectos de esta movida de piso.
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En Chile, en tanto, el diputado Miguel Ángel Calisto presentó un proyecto de ley para que se transparente el financiamiento de las ONG, que quieren destruir la salmonicultura, pero por el momento no avanza en el Congreso. Paralelamente, Greenpeace fue multada en Estados Unidos con US$660 millones, por difamación.
El análisis de los auditores europeos estuvo motivado por el escándalo Qatargate que estalló a finales de 2022 y que destapó presuntos intentos de países como Qatar o Marruecos de influenciar políticas del Parlamento Europeo a través del pago a eurodiputados, en una trama que involucró a una supuesta ONG de derechos humanos usada como tapadera. El informe llega, no obstante, en un momento muy delicado para las organizaciones de la sociedad civil en Bruselas, dedicadas a defender políticas medioambientales, que están en la mira de partidos de derecha y extrema derecha que buscan bloquear su financiación, en el marco del combate al Pacto Verde europeo emprendido por las fuerzas más ultras de la Eurocámara.