Vacunas para piscirickettsia: ¿vivas o inactivadas?

Inyección intraperitoneal. Foto de ilustración: Magnus Petersen.

Chilenos descubrieron que existen diferencias clave en la respuesta inmune de salmones cuando son inoculados con P. salmonis viva e inactivada, algo a considerar en las estrategias de vacunación.

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A raíz de la necesidad crítica de mejorar las estrategias profilácticas contra la piscirickettsiosis en la industria, donde se ha planteado la ineficacia de vacunas inactivadas, junto con la evidencia de que Piscirickettsia salmonis evade las respuestas inmunes adaptativas, un grupo científicos de distintas instituciones chilenas realizó un estudio para analizar cómo la forma del antígeno (vivo vs. inactivado) influye en la inmunidad humoral y celular de los peces.

Para ello, los investigadores realizaron un experimento donde inocularon a salmones del Atlántico con P. salmonis inactivada y P. salmonis viva, para luego recolectar muestras de sangre y de la cabeza del riñón los días 3, 7 y 14 posteriores a las inoculaciones (dpi).

Específicamente, monitorearon parámetros plasmáticos como glucosa, lactato y cortisol, e inmunológicos como IgM, cd8β, tnfα-1, ifnγ-1, cd4-1, il10 y tgfβ-1.

En sus resultados, los expertos encontraron que los niveles de glucosa y lactato no mostraron diferencias estadísticas, mientras que los niveles de cortisol aumentaron del día 3 al día 14 en los peces inoculados con P. salmonis viva y solo a los 7 dpi en los inoculados con P. salmonis inactivada.

Al respecto, la Dra. Danixa Martínez, investigadora de la Universidad Santo Tomás (UST) y una de los autores de la investigación, comenta a Salmonexpert que en cuanto a la inmunidad humoral, los peces inoculados con P. salmonis viva mostraron un aumento en los niveles de IgM específica al 14 dpi, mientras que los peces inoculados con bacteria inactivada no presentaron cambios significativos en este marcador.

“Los peces inoculados con P. salmonis viva muestran en general un aumento en la transcripción de marcadores como tnfα-1, ifnγ, cd8β, cd4-1, il10 y tgfβ-1 al 3 y 14 dpi en el riñón anterior, sugiriendo una activación temprana y sostenida de la respuesta inmunitaria. Sin embargo, los peces inoculados con P. salmonis inactivada indujeron un peak temprano (3 dpi) en la transcripción de estos marcadores, pero sin mantención en el tiempo”, explica la Dra. Martínez.

Consultada sobre si estos resultados deberían tenerse en consideración al momento de desarrollar vacunas, la experta señala que la inoculación con P. salmonis viva indujo una producción de IgM anti-P. salmonis más heterogénea, pero con potencial para activar componentes innatos y adaptativos al preservar los PAMPs (patrones moleculares asociados a patógenos). “Esto sugiere que las vacunas de patógenos vivos atenuados podrían generar respuestas más robustas y duraderas, siempre que se optimicen factores como la seguridad, dosis bacteriana y la duración de la exposición”.

Por el contrario, P. salmonis inactivada mostró una respuesta menos intensa, lo que refuerza la necesidad de incluir adyuvantes en vacunas inactivadas para compensar la falta de estímulos inmunoestimuladores naturales.

Finalmente, la académica de la UST da a conocer que estudios de campo futuros permitirán analizar la correlación entre biomarcadores y protección en condiciones reales de cultivo, acompañado de la identificación de proteínas de P. salmonis claves que induzcan respuestas tipo I y humoral.

“Además, integrar otros factores como la temperatura, estrés y microbiota que pueden modular la respuesta inmune. Este enfoque multidisciplinario podría traducirse en soluciones más sostenibles para una industria que enfrenta desafíos sanitarios y ambientales que son críticos”, concluye la Dra. Martínez.

Lea el abstract del estudio titulado "Comparative analysis of the stress and immune responses in Atlantic salmon (Salmo salar) inoculated with live and inactivated Piscirickettsia salmonis", aquí.